Encontrar alguien fuera de sí mismo nos lleva a la realidad,
el otro ayuda como mediador para encontrarse a uno mismo, mediante una unión alienada
viene el encuentro consigo mismo.
El otro ser nos sirve como punto de referencia para no perdernos en nuestro mundo interior,
y entonces ser capaz de tener pruebas de que verdaderamente nos encontramos a nosotros mismos y no estamos en un vacío existencial.
El hombre que viva siempre viéndose a sí mismo sin contemplar su exterior estará alejando cada vez más la posibilidad de encontrarse a sí mismo y de crecer como SER.
La persona se vuelve ser humano al hacerse consiente de la relación con el otro,
entonces el otro termina humanizándonos.
Es ingenuo el que piensa que la dependencia no es sana, y es por eso que muchos la rechazan.
Es necesario un grado de dependencia
pero no de codependencia sino de Interdependencia.
Una dependencia sana
En una analogía absurda, nosotros creemos ser el blanco y el otro será el negro, para poder así llegar a quien realmente somos, a la realidad que sería el gris.
0 comentarios:
Publicar un comentario